Diciembre… el mes del frío… aquel en el que oficialmente entra el invierno en todo el hemisferio norte es, sin duda, mi mes favorito del año. El hecho de que sea el que cada día 10 me hace una año más vieja seguramente tenga algo que ver, pero es que además…
Es el mes del chocolate caliente al calor de una chimenea o en su defecto, bajo una manta de pelo gigante y amorosa. Yo hoy estrenaré la mía, enorme, de pelo gris, suave y preciosa. Regalazo de cumple. Lo sé… soy una suertuda…
Y con suerte también, es el mes de la nieve y de sus muñecos, de enfundarse en multiples capas de ropa como una cebolla, de ponerse gorro, guantes y unas buenas botas de borreguillo.
Éstas, a la venta en Paula Jolan
El mes del tradicional sorteo de la Lotería de Navidad, con su previo y esperado anuncio, que cada año nos emociona más… éste año la fábrica de maniquíes nos ha tocado el corazón (aunque siempre se echará de menos al “calvo”); con sus niños de San Ildefonso y su siempre presentimiento de que este año SI, este año me toca.
El mes de las castañas asadas, bien al calor del hogar y la familia; o bien dando un agradable paseo por las calles de León donde te encontrarás por fortuna para nuestra historia a Ángel González, nuestro mítico castañero y su locomotora, El Changai, ofreciendo sus cucuruchos de castañas en el corazón de nuestra capital. Siempre en papel de periódico, eso sí.
Recuerdo de El Changai . 1984
El de las comidas con los amigos, si es cocido mejor, y su posterior café torero que es fácil que se alargue hasta la noche con cena, recena, y en los casos más extremos y en función de lo que haya durado la ausencia, un temprano desayuno tras una larga noche de risas, bailes y mil anécdotas que recordar.
Es el mes de Mujercitas con tu madre, de Qué bello es vivir con tu novio y de Love Actually con tu amiga. De seguir cumpliendo tradiciones y de comenzar otras nuevas.
De los Árboles de Navidad, a poder ser naturales… Es cierto que dan trabajo pero quién no se acuerda de la llegada de papá con un precioso pino bajo el brazo???
De las luces en las calles, en los comercios y en los hogares, acompañadas de muérdago y flores de pascua. Gracias a mi amiga Diana yo ya tengo la mía.
Es el mes del viejo Papa Noél cargado de regalos en su trineo tirado por unos adorables renos, del amigo invisible y de las postales navideñas que nos sacan una sonrisa…
El de la Familia, de disfrutar de los que están y de brindar por los que no al son de sus villancicos favoritos. Porque sin la Familia, Diciembre no sería Diciembre…
En definitiva, es el mes de la Navidad, del color rojo y de las uvas… El momento de despedirse de un año cargado de recuerdos y vivencias buenas, malas y regulares; y de prepararse para darle la bienvenida a un año nuevo lleno de ilusiones, propósitos y sueños por cumplir…
Porque Diciembre es especial…
¡¡¡FELIZ DICIEMBRE PARA TODOS!!!